Una pelea entre turistas británicos que viajaban en un vuelo de easyJet entre Manchester y Tenerife obligaron al piloto el pasado jueves a desviar el avión y efectuar un aterrizaje de emergencia en la ciudad portuguesa de Faro.
Los pasajeros y la tripulación intentaron, sin éxito, calmar a los dos grupos de turistas que se enzarzaron a golpes y escupitajos, según los testigos, lo que obligó al comandante a tomar la decisión de desviar el vuelo a mitad de recorrido.